ENTRENAR LA MENTE PARA GESTIONAR EL MOVIMIENTO, por Marcial Perez
La cognición, las emociones y el movimiento están relacionados estrechamente y por múltiples vías....
A la finalización del primer partido de la copa Davis del año pasado entre Argentina y Brasil, el periodista le preguntaba a Joao Souza cuál había sido a su criterio el factor que había volcado el resultado del partido a su favor. El brasileño le respondió señalándose la cabeza con la punta de su dedo derecho índice: “la mente fue lo principal, la cabeza”.
Habiendo visto yo el partido, con los vaivenes del juego y del resultado, comencé a intentar correlacionar esa mente a la que Souza atribuía su triunfo, con los sucesos del juego. Quizás se refería a que había podido sobreponerse a un resultado adverso que parecía ineluctable, manteniendo la convicción en sus golpes más diestros y esperando con calma el momento en que funcionaran mejor que los de su adversario.
En ningún momento del partido se vio al brasileño iracundo ni apesadumbrado, más bien se lo veía enfocado en persistir en aplicar con mucho empeño sus destrezas aunque por momentos no resultaran eficaces. Ni enojado ni triste, la ausencia de esos estados emocionales era la mente a la que se refería y que lo mantuvo relajado.
Eso fue lo que le permitió un estado cognitivo elevado, sin secuestros emocionales que redujeran el reclutamiento muscular complejo que sus mejores golpes requerían. La cognición, las emociones y el movimiento están relacionados estrechamente y por múltiples vías. Las cortezas pre frontales del control ejecutivo y de la perseverancia en la persecución de un objetivo, se hallan directamente conectadas con todas las vías de respuestas motrices y químicas que el cerebro dispone. Cuando las emociones surgen, afectan la cognición, perjudicando los movimientos de manera directa.
Las decisiones que Joao tomaba eran correctas porque su cognición lo permitía, porque ningún estado emocional la había limitado. Y hay más conexiones. El cerebelo, estructura que ayuda a regular el movimiento está asimismo implicado en reacciones emocionales como el miedo y el placer, lo que constituye una vía más directa para afectar el movimiento de calidad. Además, el cerebelo se halla conectado con otras partes del cerebro vinculadas a las funciones cognitivas, la regulación del estado de ánimo y el control de los impulsos complicando aún más la cosa.
Es entonces inevitable vincular las emociones con el movimiento, directamente y también a través de la cognición por lo que un deportista que esté adecuadamente entrenado en la gestión de sus emociones, será un gran administrador del movimiento voluntario. “La mente fue lo principal, la cabeza”, dijo Joao y seguramente habrá sido importante no solo al momento de moderar su respuesta emocional durante el juego, sino mucho antes, en los entrenamientos, cuando seguramente se haya ejercitado conscientemente a no verse vulnerado por el resultado, por una baja performance o por el público.
El relator decía a la finalización del partido "Souza se mantuvo enfocado todo el partido". Y es que entrenamiento mental es entrenamiento del movimiento. Tengámoslo en mente!!!