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PRESENTE, PASADO Y FUTURO DE LA FELICIDAD, por Marcial Perez
Publicada el 07/12/2015
Cuando un jugador de fútbol festeja el gol con el que su equipo se pone 1-0 arriba, representa al final del partido ese momento feliz?
Si el equipo rival convierte dos goles en los últimos 5 minutos, el recuerdo lejano de este partido será la tristeza para aquel autor del 1-0 y la alegría para los ganadores.
La felicidad no depende tanto de cada momento que vivimos ni del inventario de sensaciones positivas que hayamos acumulado. El cerebro valora mucho más el final de cada episodio, y es en base a la calidad de esos períodos finales que definimos el valor de la felicidad de cada historia que nos tenga como protagonistas.
Por otra parte, si más momentos felices no suman, puesto que solo cuenta el final, ¿de que sirve para nuestra memoria tomarnos dos semanas de vacaciones en vez de una? A menos que terminen de la mejor manera, podrían ser olvidadas o peor aún, recordadas con emociones negativas. ¿Recuerda alguien un sub campeonato con alegria?
Además, frente a una decisión, no elegiremos en base a experiencias pasadas, sino por los recuerdos de los finales de aquellas.
Además, frente a una decisión, no elegiremos en base a experiencias pasadas, sino por los recuerdos de los finales de aquellas.
Decidir, imaginar lo que podemos vivir, percibir la felicidad de la memoria del futuro, siempre se construye en base a los finales de nuestras experiencias pasadas. Este recuerdo del futuro es mucho más eficaz para sentir que vivimos con felicidad que muchos momentos pasados y, además, podemos comenzar a planificarlo y visualizarlo ya mismo si lo deseamos y somos optimistas.
El secreto de la felicidad para la mente es entonces, construir un inventario de finales exitosos en la memoria y estar dispuestos a planificar un futuro, pero para eso, siempre habrá que arriesgar.